Imagen


          En el siglo XVI, la hermandad encarga la hechura de una imagen de la Virgen del Rosario. La Imagen de la Patrona, es de candelero, tiene bella expresión y tiene en sus manos la imagen del Niño Jesús, de bastante mérito. La imagen de la Patrona roteña fue restaurada en 1.856; en 1.943, realizándole unas nuevas y retocándole la cara; en 1950, fue restaurada por el escultor Ribera.

          A finales de los años ochenta, más concretamente entre 1987 y 1989 la Virgen y el Niño son restaurados por el profesor Juan Manuel Miñarro López. Los elementos más anacrónicos de la imagen eran los ojos de cristal, las manos y el cuerpo. Sobre las manos no cabe duda de que ni por proporción y estilo, correspondían a la época de realización de la imagen. El cuerpo tampoco estaba proporcionado, y la cabeza se apreciaba extrañamente unida al mismo.

          La policromía que presentaba tampoco era original, lo que se pudo constatar porque sobre la pasta que rodeaba los ojos, que no eran los originales, la policromía era la misma que la del resto el rostro, sin presentar repintes, que hubiese sido lo natural en caso contrario. Por otra parte, dicha policromía, procedente probablemente del siglo XVII, en que la imagen debió ser adaptada a la moda de la época, hasta el extremo de considerarse tradicionalmente procedente de dicho siglo.

          Los ojos de cristal tampoco correspondían a la época original. La imagen tendría, con toda seguridad, los ojos de talla, y se puede afirmar esto porque los ojos de cristal fueron colocados desde fuera, ya que los párpados y parte de la órbita no presentan la madera original, sino pasta de estuco que fue colocada sobre el globo del ojo una vez que éste fue puesto en el vacío que la herramienta provocó para eliminar la talla original.
Con esta última restauración, la imagen ha recuperado en gran parte su primitivo estado, destacando su dulce y suave mirada y la encarnadura primigenia, similar a la del Niño que ostenta en los brazos.